domingo, 28 de septiembre de 2008

Ve a la hormiga... y sé sabio

La observación de las hormigas incluye su picadura, particularmente si uno ha estado demasiado cerca y demasiado tiempo junto a un hormiguero. El dolor nos recuerda el gran conflicto entre el bien y el mal, y todas las adaptaciones hechas para un mundo en el que parece que sólo los más aptos sobreviven. La "ley de los dientes y las garras" es parte del equilibrio de la naturaleza; pero, ¿lo diseño Dios originalmente para el Jardín? ¿Cuándo acortó Dios el sistema digestivo de los carnívoros para protegerlos de una exposición demasiado larga a las toxinas en su dieta? ¿Cuándo los dientes de ellos llegaron a ser mortales?
Un dentista, que también es un eximio escultor en madera, comentó que la "característica de los maestros no es que nunca cometen errores, sino que pueden tomar un error o un defecto en el material e incorporarlo en la pieza terminada de modo que quede como si hubiese sido diseñada de ese modo" (Joel Everett).
El pecado no es un error de Dios. Es un misterio sin causa ni excusa. Sin embargo, es una herida terrible en el universo. Nuestro planeta es un campo de demostración donde "toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto" (Romanos 8:22), y hay abundantes evidencias de que existe un enemigo.
Pero, a pesar del trauma, el sistema ecológico entero habla de un diseñador. Su equilibrio, delicadamente interconectado, es una maravilla. ¿Quién, sino Dios, pudo haber concebido un plan tan perfecto para una situación tan imperfecta y temporaria? No podría haber sido la "selección natural", que en sí misma es contradictoria: "natural" indica el azar natural exclusivo, y "selección" se refiere a una elección inteligente. No se pueden tener ambas cosas.

sábado, 27 de septiembre de 2008

Sin cruz no hay corona

"Una vid exclama a comienzos de la primavera: '¡Qué contenta estoy de haber pasado el invierno! ¡Ahora no tendré más problemas! El verano está por llegar, y el jardín será el más hermoso'. Pero viene el jardinero, y corta la vid aquí y allá con su cuchillo. Los sarmientos comienzan a caer, y la vid exclama: '¡Asesino! ¿Por qué me estás mutilando?' 'Ah', dice el jardinero, 'no quiero matarte. Si no hiciera esto, harías el ridículo delante de todas las demás vides antes que haya terminado la estación'. Pasaron los meses, y un día el jardinero pasa bajo la enramada, donde cuelgan grandes racimos de uvas, y la vid le dice: 'Gracias, señor; no podrías haber hecho nada más bondadoso que cortarme con tu cuchillo...' Sin poda no hay uvas, sin molino no hay harina; sin batalla no hay victoria, sin cruz no hay corona".-T. Dewitt Talmage.
"¿Quién puede decir: 'Yo he limpiado mi corazón, limpio estoy de mi pecado'?" (Proverbios 20:9). Nadie puede afirmar esto. "Por cuanto todos pecaron y están distituidos de la gloria de Dios" (Romanos 3:23). "No se desanimen porque el corazón parezca duro. Cada obstáculo y cada enemigo interior sólo aumentan la necesidad de Cristo. Él vino para quitar el corazón de piedra y darles un corazón de carne. Acudan a él para obtener gracia especial para vencer las faltas peculiares" (mensajes para los Jóvenes pág. 110, EGW)

viernes, 26 de septiembre de 2008

Que es un proverbio?

La palabra hebrea traducida como "proverbio" significa "parábola". Generalmente consiste en una breve declaración de sabiduría práctica. En un proverbio, una verdad es expresada brevemente mediante una comparación o un contraste (ver Proverbios 10:20). La mayoría de los proverbios contiene dos o tres líneas que corresponden en estructura, longitud y disposición al propósito de la comparación o el contraste.

Cuales son tus prioridades?

El conocimiento tiene el propósito de hacernos sabios. ¿Qué es, realmente, la sabiduría? A menudo pensamos que la educación es necesaria para tener éxito en el mundo actual. Sin embargo, cuando pensamos así, generalmente nos dejamos absorber tanto por el esfuerzo para alcanzar éxito temporal que perdemos de vista el propósito y la importancia de la verdadera educación. Entonces, la educación llega a ser una frenética búsqueda de éxitos académicos, con el objetivo final de lograr seguridad financiera.
Salomón enfatiza en el libro de Proverbios que la sabiduría debe dirigir todos los aspectos de nuestra vida. La sabiduría une la santidad con los deberes comunes de la vida. Sabiduría es pensar y actuar como Dios pensaría y actuaría en cualquier situación.
El libro de Proverbios afirma que no existe verdadera sabiduría fuera del "temor de Jehová" (Proverbios 1:7; 9:10). El temor aquí no se refiere a tener miedo. Tememos a Dios cuando lo reverenciamos y lo respetamos (ver Éxodo 20:20). La capacidad para actuar sabiamente en cada situación surge de un corazón unido con Dios, con lo cual el creyente humilde comparte el carácter santo de Dios.
En nuestra época, muchas personas consideran el conocimiento científico como de mayor valor que el conocimiento filosófico o el religioso. Sin embargo, la clase de conocimiento que Dios nos invita a recibir es la experiencia de la santidad. Conocer por experiencia la gracia salvadora de Cristo abre ante nosotros las puertas de la eterna ciudad de Dios.
Desde una perspectiva humana, la sabiduría es participar en lo bueno y lo malo. La sabiduría humana procura llegar a ser sabia en todas las cosas, y no se establece sobre nada que sea una verdad absoluta.
La sabiduría de Dios, por otro lado, es conocer la diferencia entre el bien y el mal, y escoger sólo el bien. El poder de elegir lo bueno y practicarlo es posible mediante la vida, la muerte y la resurrección de nuestro Señor.
“El conocimiento de Dios es el fundamento de toda verdadera educación y de todo servicio verdadero... Este conocimiento es la preparación esencial para esta vida y para la venidera” (El ministerio de curación pág. 318, EGW).

jueves, 25 de septiembre de 2008

El libro de Proverbios

"En los proverbios de Salomón se expresan principios de una vida santa e intentos elevados; principios nacidos del Cielo que llevan a la piedad; principios que deben regir cada acto de la vida. Fue la amplia difución de estos principios y el reconocimiento de Dios como Aquel a quien pertenecen toda alabanza y honor, lo que hizo de los comienzos del reinado de Salomón una época de elevación moral tanto como de prosperidad material" (Profetas y Reyes pág. 23, EGW).
El propósito de todo esto es demostrar que sólo si tenemos una comunión viviente con Dios podemos mantener la pureza de corazón y de conducta. Conocer a Dios mediante Cristo como Salvador y Rey afecta cada aspecto de nuestra vida...