miércoles, 1 de octubre de 2008

Nada es muy grande, muy pequeño o muy difícil...

¿Debemos orar por nuestras necesidades materiales? ¿Dios sólo responde a oraciones espirituales? Piensa en las siguientes palabras: "Presenta a Dios tus necesidades, gozos, tristezas, cuidados y temores. No puedes agobiarlo ni cansarlo... Llévale todo lo que confunda tu mente. Ninguna cosa es demasiado grande para que él no la pueda soportar; él sostiene los mundos... Ninguna cosa que de alguna manera afecte nuestra paz es tan pequeña que él no la note... ni perplejidad tan grande que él no pueda desenredar" (El camino a Cristo pág. 100, EGW).
A nuestro Padre le gusta dar buenos dones a sus hijos. Nosotros no siempre oramos sabiamente, y a veces no sabemos qué pedir. Pero podemos confiar en que él nos dará lo mejor. "Además sabemos que para los que aman a Dios, que son llamados de acuerdo con su plan, todo lo que ocurre sigue un diseño que es para el bien" (Romanos 8:28, traducción de Phillips).
No podemos ver el diseño del tapiz. Podemos aun preguntarnos si el Maestro Tejedor ha puesto nuestra parte a un lado para un proyecto más promisorio. Pero algún día estaremos de acuerdo con que "Dios no conduce nunca a sus hijos de otra manera que la que ellos elegirían si pudiesen ver el fin desde el principio" (El Deseado de Todas las Gentes pág. 197, EGW).

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